Dr Carlos Vergés
En el último número de abril hablábamos del
ojo seco en las mujeres, de los cambios hormonales a partir de la menopausia como primera causa
de ojo seco y la importancia de realizar revisiones para frenar su avance y las
molestias que ocasiona. En este número queremos seguir con el tema del ojo seco
y su asociación a los problemas de alergia tan frecuentes en esta época
primaveral.
El ojo seco
y la irritación ocular de origen alérgico, son entidades diferentes pero se
relacionan entre ellas.
Durante los meses de primavera son muchos los
pacientes que nos consultan por irritación ocular pensando que se trata de un
cuadro alérgico y es cierto que en algunos casos es así pero, en muchos otros
se trata de una asociación entre diversos factores que afectan a la superficie
ocular.
La presencia de polen en el ambiente,
especialmente en días ventosos, asociado a la polución de ciudades como
Barcelona, es una terrible asociación para los ojos y para las vías
respiratorias. La polución actúa como un potenciador del polen, desencadenando
una reacción inflamatoria que irrita las mucosas, como la conjuntiva ocular.
La polución
potencia la reacción alérgica del polen, irritando los ojos y el tracto
respiratorio.
Esta situación de irritación conjuntival al
asociarse polución y polen, crea un estatus de inflamación en los ojos que provoca
la descompensación de otros trastornos, como el ojo seco. En los casos que ya
existía un cierto grado de ojo seco, es frecuente que en la época primaveral se
agrave, los pacientes sienten molestias al parpadear, sensación de quemazón e
incluso puede que les lloren los ojos, algo que les despista todavía más ya que
no es algo habitual en estos pacientes.
El ojo seco es una alteración de la superficie
ocular ocasionado por un descenso en la producción de lágrima (generalmente de
origen hormonal) o por una mala calidad de lágrima, con un exceso de
evaporación de la lágrima (generalmente por alteración de las glándulas de
meibomio de los parpados). En ambos casos se produce una rotura de la película
lagrima que protege la superficie ocular, quedando expuestos los tejidos,
córnea y conjuntiva, a la acción del aire, provocando se desecación.
El ojo seco
se produce al contactar directamente el aire con la superficie ocular por
rotura precoz de la película lagrimal, ocasionando la inflamación de los
tejidos.
El aire reseca la superficie ocular y desencadena
una inflamación que será responsable de las molestias que suelen padecer los
pacientes con ojo seco, como sensación de arenilla, quemazón, pesadez de
parpados e imposibilidad de permanecer mucho rato fijando la vista, leyendo o
delante de una pantalla de ordenador.
Las molestias pueden ser muy variables, desde
una sensación de sequedad que se acentúa en ambientes cerrados, con calefacción
o aires acondicionados, hasta situaciones donde es imposible mantener los ojos
abiertos y poder realizar una vida normal.
Todas estas molestias pueden incrementarse
durante la primavera al asociarse con la reacción inflamatoria que ocasionan
las partículas de polen y polución al contactar con el ojo. En los pacientes
con ojo seco se produce la rotura de la película lagrimal, contactando
directamente con el aire y con ello, con esas partículas de polen-polución que
flotan en el ambiente, iniciándose así el efecto inflamatoria que se asocia al
ya existente en esas personas que sufría ojo seco.
La
protección de los ojos y la utilización de lágrimas artificiales sin
conservantes son las medidas de prevención más recomendables.
La mejor forma de prevenir la descompensación
del ojo seco en primavera es la protección de los ojos, con gafas de protección
lateral, utilizar casco integral para los que vamos en moto, evitar ambientes
cerrados o poco ventilados así como aires acondicionados potentes, que ya empiezan
a verse en este mes de mayo con temperaturas más propias del verano.
Es recomendable utilizar más lágrimas
artificiales, para lubrificar y limpiar la superficie ocular, arrastrando las
partículas alergenas que se depositan en el ojo. Hay que tener especial cuidado
con las lágrimas artificiales, no todas son iguales y es preferible las monodosis,
sin conservantes.
Los
suplementos de omega 3 asociados a una dieta equilibrada, han mostrado una
elevada eficacia en el control de los síntomas de ojo seco y alergia ocular.
Otra medida muy eficaz es potenciar los omega
3 en la dieta, muy recomendable en el ojo seco y muy especialmente cuando se
asocia la irritación por sensibilización alérgica. El pescado azul, el aceite
de oliva, entre otros son ricos en omega 3 y para los que les cuesta este tipo
de alimentación, recomendamos los suplementos que se encuentran en farmacias y
tiendas especializadas, capsulas con alta concentración (1000 mg /día) y máxima
pureza.